Señala que en estos momentos elevar las tasas impositivas sería contraproducente, ya que podría aumentar la pobreza y desacelerar el crecimiento, por lo que presenta una propuesta de cuatro formas para impulsar la recaudación de impuestos de forma sostenible:
- Generar confianza y proporcionar pruebas
El Banco Mundial indica que para que un sistema tributario funcione, los ciudadanos deben confiar en sus gobiernos. Deberán tener certeza, mediante pruebas, de que los recursos obtenidos serán usados de manera apropiada y que, por lo tanto, a largo plazo los ciudadanos serán beneficiados con los proyectos realizados con sus contribuciones.
Para lo anterior será necesario plena transparencia del gasto público y que los beneficios sean visibles para el contribuyente medio, esto es, que el contribuyente vea reflejado sus impuestos en buenos servicios públicos. Mejorar la confianza de las personas en el gobierno reducirá la evasión fiscal, aumentando los ingresos fiscales y con ellos los servicios públicos.
Esteão indica que a medida que los ciudadanos vayan teniendo confianza en su gobierno para proporcionarle buenos servicios públicos, los gobiernos podrán dejar de asociar los nuevos ingresos tributarios con proyectos específicos.
- Mantener la simpleza
Macello Esteão recomienda tener un sistema tributario sencillo, ya que uno complejo promueve la evasión y puede generar oportunidades para la corrupción.
Señala que un sistema simple puede incentivar a más empresas pequeñas a ingresar al sector formal que paga impuestos; además, puede atraer inversiones extranjeras, ante un entorno mas previsible, elevando los ingresos tributarios.
- Digitalizar
Si el sistema tributario es simple será fácil el pago electrónico de impuestos y, por lo tanto, la recaudación será mayor, argumenta Esteão.
Pero advierte que para que la digitalización funcione, muchos países tendrán que superar obstáculos en materia de infraestructura básica de tecnologías de la información. Considera que una vez que los elementos principales empiecen a funcionar, “los países pueden avanzar combinando la digitalización de los impuestos con otras medidas innovadoras, como la identificación digital, las finanzas digitales, el seguimiento en línea de facturas y ventas o las declaraciones de impuestos automáticas, donde los ciudadanos solo tengan que confirmar”.
- Encontrar nuevas fuentes de ingresos
El autor recomienda como fuentes de ingresos adicionales en los países de ingreso bajo, a los impuestos a la propiedad, al consumo y al carbono, porque se aplican, principalmente, a los hogares más ricos. Teniendo, quizá, otro beneficio como desalentar el uso del automóvil en zonas congestionadas, fumar o consumir alimentos chatarra.
También recomienda analizar la iniciativa mundial liderada por la OCDE, para revisar y replantear el cobro de impuestos a las grandes empresas multinacionales, principalmente en los países en desarrollo, donde si se aplica bien, se podrían reasignar más recursos a los gobiernos de los países en desarrollo (ver Reforma fiscal internacional, digitalización y economías en desarrollo, Banco Mundial).
Finalmente, el autor puntualiza que estas mejoras no son fáciles de logar y dependen de 2 requisitos previos para el cambio: contar con una infraestructura digital básica y una gran voluntad política.